México, 8 jul (PL) El Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) elegirá el 16 de julio próximo a su nuevo dirigente nacional luego de malos resultados electorales.
De acuerdo con la convocatoria emitida en esta jornada, el registro de aspirantes del PRI, del presidente Enrique Peña Nieto, se realizará el lunes 11 de julio.
Fabio Manlio Beltrones renunció al puesto que está en disputa, luego de que el PRI perdiera la mayoría de las gobernaciones que se decidieron en comicios realizados el 5 de junio.
Carolina Monroy del Mazo, prima del presidente Enrique Peña Nieto, ostenta la dirección provisional del partido que dominó la vida política nacional durante décadas, salvo dos sexenios en los que la presidencia del país estuvo en manos del Partido de Acción Nacional.
Monroy declaró recientemente que la llamada «sana distancia» entre el PRI y el presidente de la República priista «es una equivocación», eso en respuesta a reclamos desde el seno de la organización.
«Yo es la primera vez que escucho algo como esto. Más bien hemos impulsado, y en eso estamos absolutamente convencidos, que el PRI y su gobierno nosotros somos un partido en el gobierno, debemos de transitar de manera paralela muy cercanos, con absoluto respeto, desde luego, a la investidura y a la responsabilidad de cada uno. Cada uno tenemos deberes y obligaciones distintos», apuntó.
Pero en tiempos de cambio, el director de la Comisión Federal de Electricidad, Enrique Ochoa, se «destapó» como aspirante a la dirigencia nacional del PRI y consideró que el llamado tricolor debe autocriticarse.
«Tenemos que cambiar, escuchar a la ciudadanía ser un partido más transparente que encabece cambios y que atienda a todas las solicitudes de los ciudadanos que quieren tener un mejor país», estableció.
En caso de que se registre un solo aspirante, el procedimiento electivo subsecuente quedará «sin materia» y se declarará «electo» al aspirante único, precisa el anuncio del PRI.
Ochoa se perfila como el principal aspirante, en una organización política que sigue siendo vertical en sus decisiones, sobre las cuales el presidente de turno, Enrique Peña Nieto, de seguro tiene gran influencia.